Y te recordé, y al hacerlo continué imaginando; y te imaginé; aquí, conmigo.
Tú y yo solos, y soñé; con tu tacto, con tu voz...
Y en mi sueño vislumbré un prado, en un hermoso día de verano.
Una dulce brisa recorría nuestros rostros, la luz los bañaba y el calor los templaba.
Y sentí tus manos recorriendo mi cara, y la tibieza de tus labios al rozar los míos.
Y me sentí completa, feliz, radiante; como jamás me había sentido.
Y quise parar el tiempo, y dejarlo así por siempre jamás; congelar ese segundo, para que nunca marchitase. Y por un instante creí que lo había conseguido; detener el mundo.
Y fue entonces cuando desperté; y todo aquello desapareció con un soplo.
Y el tiempo reanudó su curso, devolviéndome a la realidad.
En un solo momento volví a sentirme vacía, desgarrada y rota.
De nuevo me sentí sola y desdichada; sin ti.
Quise volver atrás, pero no pude; era imposible.
Me permití a mi misma soñar contigo un momento, y me dí cuenta de que algunos días es mejor no levantarse de la cama.
Super , me encanta!!
ResponderEliminarMuchas gracias Carlota! ^.^
ResponderEliminarNo lo veas tan lejos de la realidad. espera un poco mas, que llegara el dia en el que eso sea algo mas que un sueño...
ResponderEliminarBueno, yo loveo aún muy, pero que muy lejos. Aunque gracias de todas formas.
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