Vistas de página en total

lunes, 20 de diciembre de 2010

2,5 metros

En cuanto te vi, supe que eras una persona excepcional, maravillosa y espectacular, a pesar de que no te conocía. Entonces fue cuando empecé a hablarte.

Nos hicimos amigos.

Algún tiempo después fui conociéndote aún más a fondo, y me di cuenta de que, sin lugar a dudas, eras mi mejor amigo, o uno de ellos.
Poco a poco fui descubriendo tus facetas, todas y cada una de ellas; hasta que llegué a esa faceta tierna, dulce y cariñosa que tan bien guardabas. Y me di cuenta de que necesitaba algo más que tu amistad.

Me enamoré.

Me enamoré de ti, de tus tus manías, por muy estúpidas que fuesen y de esa sonrisa dulce y cálida aunque a la vez pícara que te caracteriza.

Pero ahora me doy cuenta; todo es una máscara, un burdo maquillaje.
Me fallaste, me heriste. Después de todo lo que ha pasado, después de todo lo que me has hecho pasar; ya no quiero ni tu amistad.

Y, sin embargo, siempre seguirás teniendo mi amor.

4 comentarios: