El engranaje del corazón
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miércoles, 18 de noviembre de 2015
Aunque sé que ya nadie me lee
He leído poesía.
Y me han salido alas.
Y ya no sé si son para huir o para que me enseñes a volar.
O, quizás, simplemente, para arroparte cuándo eres tú quién vuela, con los ojos cerrados; con el alma abierta.
Mientras tú duermes y yo sueño despierta.
viernes, 1 de mayo de 2015
#404#
No te enamores de gente así.
No te enamores de gente como yo.
Porque te llevaré a museos, a parques, a monumentos, a ciudades; sitios preciosos.
Te llevaré a todos los lugares bonitos del mundo; te besaré en cada uno de ellos, me sacaré una foto contigo allí. Haré de cada paso un eco, de cada sonrisa un recuerdo, de cada parpadeo un fotograma.
De forma que no te sea posible visitar esos lugares sin sentirme como sangre en la boca, como perfume en el viento, como contaminación en el aire.
Y eso te destruirá de la manera más bella. Lo notarás arder. En tu estómago, en tu garganta, en tus ojos. En la punta de tus dedos. Y lo sentirás explotar.
Y cuando me haya ido, finalmente entenderás por qué las tormentas llevan nombre de persona.
No te enamores de gente como yo.
Porque te llevaré a museos, a parques, a monumentos, a ciudades; sitios preciosos.
Te llevaré a todos los lugares bonitos del mundo; te besaré en cada uno de ellos, me sacaré una foto contigo allí. Haré de cada paso un eco, de cada sonrisa un recuerdo, de cada parpadeo un fotograma.
De forma que no te sea posible visitar esos lugares sin sentirme como sangre en la boca, como perfume en el viento, como contaminación en el aire.
Y eso te destruirá de la manera más bella. Lo notarás arder. En tu estómago, en tu garganta, en tus ojos. En la punta de tus dedos. Y lo sentirás explotar.
Y cuando me haya ido, finalmente entenderás por qué las tormentas llevan nombre de persona.
sábado, 17 de enero de 2015
Intense
Érase una vez la historia de un niño y una niña.
que creía que todo lo que veía
no era todo lo que había
en realidad.
Y que había algún lugar donde las leyendas cobraban sentido.
Una persona que solo se fiaba de aquello que podía comprobar
y constatar
con sus propios ojos.
Y que no se creía ni historias ni cuentos.
Entonces, llegó un día en que Siempre se acercó a Nunca
Ella dijo: "No podrás; si saltas te vas a caer.
O lo que es peor; si llegas, te vas a quemar."
El niño se llamaba Siempre. [adv. t. En todo o en cualquier
tiempo o momento.]
Y era una persona soñadora, aventurera, tiempo o momento.]
que creía que todo lo que veía
no era todo lo que había
en realidad.
Y que había algún lugar donde las leyendas cobraban sentido.
Por contra estaba Nunca. [adv. t. En ningún momento, jamás.]
Nunca era una persona pesimista,
una persona realista.Una persona que solo se fiaba de aquello que podía comprobar
y constatar
con sus propios ojos.
Y que no se creía ni historias ni cuentos.
Entonces, llegó un día en que Siempre se acercó a Nunca
y le dijo que su mayor sueño [Proyecto, deseo, esperanza.]
en la vida era viajar y llegar hasta el sol.
O lo que es peor; si llegas, te vas a quemar."
https://www.youtube.com/watch?v=Bwn5NW9nUIQ
domingo, 23 de marzo de 2014
Mier-da
With a simple smile,
A gentle touch,
You gave us everything,
The warmth of your heart resounding from within…
A gentle touch,
You gave us everything,
The warmth of your heart resounding from within…
It’s so hard to let go,
When you mean the world to me…
When you mean the world to me…
Yet the twinkles in your eyes keep shooting stars across the skies,
I’ll miss you, love,
And all your colors keep shining through the darkest day,
You’ll never fade away,
Never fade away…
I’ll miss you, love,
And all your colors keep shining through the darkest day,
You’ll never fade away,
Never fade away…
Forever love…
lunes, 2 de diciembre de 2013
¿Imbécil? Lo sé
A veces me gustaría desaparecer.
Simplemente.
Tal vez para ver qué pasaría si yo no estuviera, como reaccionaría la gente; si quizás alguien me echaría en falta o quizás no.
Pero desaparecer al fin y al cabo.
Porque hay cosas que me revientan. Y despertarme de la cama, mirarme al espejo y que no me guste lo que veo es una de ellas.
Admiro a la gente que está a gusto con su cuerpo, ya sean altos, bajos, gordos, delgados, rubios, morenos, guapos o feos con ganas. Lo admiro, porque quererse tal y como uno es es algo difícil y es necesaria una fortaleza y una confianza en uno mismo que yo, desde luego, no tengo.
Miro mi reflejo y nada me gusta. Es horrible. No sé si tú, alguna vez, te has parado en frente del espejo al salir de la ducha (o cuando sea) y has pensado: "cambiaría esto" o "esto no me gusta" o "vaya, debería hacer más deporte, debería adelgazar". Puede que lo hayas sentido más de una vez incluso.
Pero yo lo siento constantemente. Me miro al espejo y tengo una completa falta de identidad. En ocasiones pienso, creo vislumbrar una pequeña porción de belleza en unos ojos bicolores, o en un pelo rubio. Pero al segundo ya no me lo parece en absoluto.
A veces me dan ganas de romper el espejo; me echo a llorar porque me da asco lo que veo.
Y a veces me doy cuenta de que es realmente estúpido llorar por algo así, y me siento aún más idiota.
Pero luego pienso (ay de esta horrible sociedad superficial) si no soy bella, ¿qué soy? Es un pensamiento absurdo, claro. Y lo sé, eso el lo peor; que no dejo de pensarlo.
A veces me gustaría ser guapa, tan guapa que la gente me mire por la calle. O al menos lo suficientemente guapa como para mirarme al espejo y no sentir repulsión.
Ya no sé qué pretendo realmente escribiendo aquí, si nadie lee lo que digo. Quizás solo necesite algo de liberación porque no tengo nadie a quién contarle esto.
Quizás, quizás me sienta apartada de todo(s).
Simplemente.
Tal vez para ver qué pasaría si yo no estuviera, como reaccionaría la gente; si quizás alguien me echaría en falta o quizás no.
Pero desaparecer al fin y al cabo.
Porque hay cosas que me revientan. Y despertarme de la cama, mirarme al espejo y que no me guste lo que veo es una de ellas.
Admiro a la gente que está a gusto con su cuerpo, ya sean altos, bajos, gordos, delgados, rubios, morenos, guapos o feos con ganas. Lo admiro, porque quererse tal y como uno es es algo difícil y es necesaria una fortaleza y una confianza en uno mismo que yo, desde luego, no tengo.
Miro mi reflejo y nada me gusta. Es horrible. No sé si tú, alguna vez, te has parado en frente del espejo al salir de la ducha (o cuando sea) y has pensado: "cambiaría esto" o "esto no me gusta" o "vaya, debería hacer más deporte, debería adelgazar". Puede que lo hayas sentido más de una vez incluso.
Pero yo lo siento constantemente. Me miro al espejo y tengo una completa falta de identidad. En ocasiones pienso, creo vislumbrar una pequeña porción de belleza en unos ojos bicolores, o en un pelo rubio. Pero al segundo ya no me lo parece en absoluto.
A veces me dan ganas de romper el espejo; me echo a llorar porque me da asco lo que veo.
Y a veces me doy cuenta de que es realmente estúpido llorar por algo así, y me siento aún más idiota.
Pero luego pienso (ay de esta horrible sociedad superficial) si no soy bella, ¿qué soy? Es un pensamiento absurdo, claro. Y lo sé, eso el lo peor; que no dejo de pensarlo.
A veces me gustaría ser guapa, tan guapa que la gente me mire por la calle. O al menos lo suficientemente guapa como para mirarme al espejo y no sentir repulsión.
Ya no sé qué pretendo realmente escribiendo aquí, si nadie lee lo que digo. Quizás solo necesite algo de liberación porque no tengo nadie a quién contarle esto.
Quizás, quizás me sienta apartada de todo(s).
domingo, 13 de octubre de 2013
[Inserta un título]
Hay cosas que simplemente se echan de menos.
Sentarme a escribir delante del ordenador en una tarde fría, con una manta al rededor y las piernas encogidas en la silla es una de esas cosas.
Soy más que una nota, más que una talla, más que un color de pelo o de labios; más que una ropa sugerente y más que el maquillaje de temporada. Soy más que las miradas que puedo levantar y más que el número de personas interesadas en mí.
Soy mucho más que un estereotipo. No soy un cliché de la sociedad.
Soy mis canciones favoritas, soy los bailes que me marco a las 2 de la madrugada cuando no consigo dormir. Soy las cosas de las que me río y los horribles chistes que hacen que pongas los ojos en blanco y suspires de desesperación. Soy las cosas por las que lloro, las personas a las que he hecho llorar y las personas por las que he llorado. Soy las tostadas que se me queman por empezar a cantar a todo volumen mientras preparo el desayuno. Soy el frío de mis pies en invierno y soy los nudos en mi pelo al levantarme.
No soy una heroína, ni una princesa. Soy los sentimientos que te puedo hacer sentir.
No soy una maga que saca conejos de chisteras ni un ángel caído del cielo. Soy las sonrisas que te causo y la morriña que quizás sientes cuando no estoy ahí.
Soy los momentos, los recuerdos, los sueños y la vida que comparto contigo, y no importa quién esté leyendo. `
Yo soy mucho más de lo que algunos creen y menos de lo que me gustaría ser. Pero soy yo.
Sentarme a escribir delante del ordenador en una tarde fría, con una manta al rededor y las piernas encogidas en la silla es una de esas cosas.
Soy más que una nota, más que una talla, más que un color de pelo o de labios; más que una ropa sugerente y más que el maquillaje de temporada. Soy más que las miradas que puedo levantar y más que el número de personas interesadas en mí.
Soy mucho más que un estereotipo. No soy un cliché de la sociedad.
Soy mis canciones favoritas, soy los bailes que me marco a las 2 de la madrugada cuando no consigo dormir. Soy las cosas de las que me río y los horribles chistes que hacen que pongas los ojos en blanco y suspires de desesperación. Soy las cosas por las que lloro, las personas a las que he hecho llorar y las personas por las que he llorado. Soy las tostadas que se me queman por empezar a cantar a todo volumen mientras preparo el desayuno. Soy el frío de mis pies en invierno y soy los nudos en mi pelo al levantarme.
No soy una heroína, ni una princesa. Soy los sentimientos que te puedo hacer sentir.
No soy una maga que saca conejos de chisteras ni un ángel caído del cielo. Soy las sonrisas que te causo y la morriña que quizás sientes cuando no estoy ahí.
Soy los momentos, los recuerdos, los sueños y la vida que comparto contigo, y no importa quién esté leyendo. `
Yo soy mucho más de lo que algunos creen y menos de lo que me gustaría ser. Pero soy yo.
domingo, 22 de septiembre de 2013
Echo
Blanca escarcha de olvido,
¿habrás cumplido lo prometido?
¿Habrás hablado con el cielo,
confesándole mi anhelo?
¿Habrás besado las nubes,
en promesa de mil días,
y en consuelo de mil noches,
contado estrellas vacías?
¿Habrás susurrado al destino,
nuevos rumbos para el mío?
Podrás sellar de nuevo tus labios,
para enviarme directa al olvido.
Y tu alma roza el suelo,
Quizás no fue el momento,
quizás no fue el lugar.
Aunque estés lejos,
enseña al viento a volar.
jueves, 5 de septiembre de 2013
Silk
Como única salida
la entrada en el aquí,
en el ahora.
Un para siempre,
tan distante, tan presente.
A una mirada sentenciada,
a una respiración mortal,
a una caricia arrasadora
con un regusto a respirar.
A una exhalación
- que cuesta tanto tomar,
que precede a la explosión
y al grito de libertad.
la entrada en el aquí,
en el ahora.
Un para siempre,
tan distante, tan presente.
A una mirada sentenciada,
a una respiración mortal,
a una caricia arrasadora
con un regusto a respirar.
A una exhalación
- que cuesta tanto tomar,
que precede a la explosión
y al grito de libertad.
miércoles, 29 de mayo de 2013
23
¿Cómo pueden para alguien acabar tantas cosas; recuerdos, horas, minutos, segundos, caricias, besos, susurros, sentimientos, abrazos, confesiones, instantes, recuerdos, acabar tan de pronto, en un solo momento?
Aunque quizás es que yo no lo entiendo.
Quizás no fue solo un momento.
Sino que yo no pude verlo.
O al menos, no a tiempo.
No sé muy bien qué decir.
Tan solo, un lo siento.
Aunque quizás es que yo no lo entiendo.
Quizás no fue solo un momento.
Sino que yo no pude verlo.
O al menos, no a tiempo.
No sé muy bien qué decir.
Tan solo, un lo siento.
sábado, 25 de mayo de 2013
Into the west
De vez en cuando uno se para a pensar.
Normalmente escogemos el momento exacto en el que pensar nos hace daño. Aunque deberíamos esperar a pensar cuando no resultase tan doloroso, pero somos así. Buscamos el dolor cuando ya lo hay. Y nos autocompadecemos, abrimos la herida tanto que aunque no sea física se ve, y duele más que si lo fuera.
A veces recuerdas cosas.
Como un primer beso, un estúpido y fugaz primer beso antes de correr y abalanzarte al asiento trasero de un coche para huir de lo que creías estar empezando a sentir.
O recuerdas una primera caricia, tan increíblemente llena de amor que solo imaginarlo cuesta.
O recuerdas un abrazo tan suave y perfecto que el corazón se hace añicos.
Y cada pedazo cae... y cae... y sigue cayendo.
Y se clavan en el pecho, el la barriga, en los ojos.
Normalmente escogemos el momento exacto en el que pensar nos hace daño. Aunque deberíamos esperar a pensar cuando no resultase tan doloroso, pero somos así. Buscamos el dolor cuando ya lo hay. Y nos autocompadecemos, abrimos la herida tanto que aunque no sea física se ve, y duele más que si lo fuera.
A veces recuerdas cosas.
Como un primer beso, un estúpido y fugaz primer beso antes de correr y abalanzarte al asiento trasero de un coche para huir de lo que creías estar empezando a sentir.
O recuerdas una primera caricia, tan increíblemente llena de amor que solo imaginarlo cuesta.
O recuerdas un abrazo tan suave y perfecto que el corazón se hace añicos.
Y cada pedazo cae... y cae... y sigue cayendo.
Y se clavan en el pecho, el la barriga, en los ojos.
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