Como única salida
la entrada en el aquí,
en el ahora.
Un para siempre,
tan distante, tan presente.
A una mirada sentenciada,
a una respiración mortal,
a una caricia arrasadora
con un regusto a respirar.
A una exhalación
- que cuesta tanto tomar,
que precede a la explosión
y al grito de libertad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario